Recortadas sobre el azul del cielo, las flechas de las torres y pináculos de la catedral semejan un bosque de calados caprichos y ensueños de piedra. Esta es, a menudo, la primera imagen que recibe el viajero que llega a Burgos. La de su catedral.
Construída sobre otra anterior románica, erigida por Alfonso VI en el siglo XI, se puso la primera piedra del actual templo gótico en 1221, bajo el reinado de Fernande III “el Santo”, siendo obispo de la ciudad don Mauricio, principal impulsor del del cambio. En 1238 se abría al culto la nave central y pocos años después, en 1260, se consagraba la nueva catedral. No obstante la conclusión defiinitiva de la basílica, tal y como la conocemos hoy tardaría varios siglos, sucediéndose las obras a lo largo de los siglos XIV, XV y XVI, principalmente, hasta el siglo XVIII, que con la edificación de la capilla de Santa Teresa, podemos por dar como finalizada la construcción.
En el templo intervinieron numerosos artistas entre los que podemos destacar al maestro Enrique Juan Pérez, Pedro Sánchez, Hans, Juan, Simón y Francisco de Colonia y Juan Vallejo, los escultores Gil de Siloé y Felipe Vigarny, el pintor Alonso de Sedano y los vidrieros Arnao de Flandes y Santillana.
Plaza de Santa María, s/n
09003 Burgos